
Año: 2003.
Director: Tim Burton.
Protagonistas: Ewan McGregor, Albert Finney, Billy Crudup, Jessica Lange, Marion Cotillard, Alison Lohman, Steve Buscemi, Helena Bonham Carter y Danny DeVito.
Un cuento de hadas real. De esa forma puede resumirse todo el espíritu de Big Fish, la película de Tim Burton que mezcla elementos realistas y mágicos para contar, no la historia de un hombre empeñado en atrapar a un pez, sino la mala relación entre un hijo y su padre.
En Big Fish, Burton presenta a William Bloom (Billy Crudup), un hombre que ha crecido sintiendo resentimiento contra Edward, su padre, (Albert Finney) por todas las anécdotas descabelladas que rodean su vida. A pesar de haber formado una nueva familia y estar viviendo en otro país, el hijo deberá volver a su hogar de infancia para escuchar nuevamente las historias de labios de un Edward moribundo. En este viaje William tratará de descubrir las verdades ocultas en las historias de su padre, pero para ello deberá separar la realidad y la fantasía, elementos mezclados hasta el punto de parecer indivisibles.
Alejada de los estilos góticos de películas como Beetlejuice, Edward Scissorhands, Sweeney Todd, Frankenweenie o Corpse Bride, este filme es de un tono más realista (a excepción de los flashback donde se muestran las distintas aventuras de Edward). No hay lugar para cementerios poblados con fantasmas, castillos abandonados o pueblos inmersos en la histeria colectiva. En Big Fish, la verdadera historia ocurre en la casa de infancia de William y en el hospital, lugares que no son muy característicos de la narrativa de Burton. Sin embargo, durante los recuerdos de Edward, es donde más se evidencia el estilo del director capaz de transportarnos del País de las Maravillas al mundo donde habitan los espíritus.
Aunque en una primera visualización es muy difícil reconocer el género de la película, los verdaderos conflictos de los personaje y las dificultades personales que deben superar, inscriben el filme en el género drama. Big Fish no es la primera película donde Burton aborda el conflicto entre padres e hijos. Basta con recordar la rebeldía de Willy Wonka al oponerse a su padre en Charlie and the Chocolate Factory para ilustrar el ejemplo.
En este drama, cada una de las anécdotas acerca de la vida de Edward Bloom representa un género específico. Elementos como la bruja, la casa abandonada, el bosque encantado y el hombre lobo, están presentes para referenciar el cine de terror y misterio; Las aventuras cómicas al mejor estilo Forrest Gump, escenas exageradas como las de un bebé saliendo disparado durante el parto (muy similar a una escena de Ace Ventura) y algunas situaciones absurdas como un robo improvisado a un banco quebrado, son elementos en los que la comicidad aflora durante la película. Eso sin contar las escenas de comedia física como la golpiza al joven Edward o las peleas tras bambalinas durante el show de unas cantantes siamesas; el romance también está presente en la película y llega a su punto más alto durante la narración de los hechos previos a su matrimonio… Edward también encarna la figura del héroe clásico de las historias al ser el salvador de distintas personas a lo largo de la película.
En cuestiones de fotografía y paisaje, el film se caracteriza por el uso de planos de paisajes naturales, algunas veces luminosos (el campo rodeado con flores amarillas) y otras veces ensombrecidos (los bosque de niebla y la laguna). Los planos generales de pueblos y suburbios perfectos, de terrazas limpias y jardines podados (muy similares al vecindario mostrado en Edward Scissorhands) también son comunes. En la película, la estética Burton (de líneas diagonales y columnas torcidas) se evidencia en la arquitectura de la casa de la pianista (Helena Bonham Carter) antes de la restauración.
En cuanto el reparto, la película contó con un excelente grupo de actores cuyo trabajo impecable contribuyó al éxito de Big Fish. Las actuaciones de Billy Crudup y Albert Finney en los distintos momentos de la película no solo representan perfectamente el comportamiento de unos familiares peleados tiempo atrás, sino que hacen creíble la evolución en la relación padre hijo. También es destacable la actuación de la actriz recurrente y ex pareja del director Helena Bonham Carter. La actriz encarnó dos papeles completamente opuestos, que a pesar de no tener mucho tiempo en pantalla, argumentalmente tenían una importancia en el desarrollo de los acontecimientos del filme.Sin lugar a dudas, Big Fish es una de las películas mejor logradas y más humanas de Burton. Los distintos recursos narrativos que utiliza para presentar la historia (ensamblar distintas anécdotas como si de un cuento se tratara) y haber tomado elementos de varios géneros para enriquecerla, aumentan su calidad.
Big Fish es una excelente película para reflexionar y entretenerse, donde el gran pez que tanta importancia parece tener al principio del film, es solo el pretexto para presentar la evolución entre Edward Bloom y su hijo, que también está cerca de convertirse en padre. Tanto si se está familiarizado con los trabajos de Burton, como si no, esta película debe ser vista por todos los amantes del séptimo arte.
Por: César Mora Moreau.
Comentarios
Publicar un comentario