CORAZÓN SOLITARIO. Capitulo 1

Capitulo 1

LOS CELOS DESPIERTAN EL AMOR, fue lo primero que pensó Dorian.

La verdad fue que ese preciso momento corroboró lo que desde hace unos días sospechaba, aquella rabia y desesperación que se arremolinaba en su cuerpo eran celos, lo que solo podía significar una cosa, estaba enamorado de Stella.

cuando observó a Odín entregándole un regalo a la que siempre había sido su amiga, no pudo evitar sentirse extraño, al ver que las miradas se dirigían a el, intentó apartar la atención con una barrera de sarcasmo.

Stella y Dorian cruzaron miradas por un segundo, pero este ultimo no entendió que podían significar. Observó con desprecio a Odín, y se percató cuantos detalles había tenido últimamente con ella, estaba perdiendo una batalla en la que apenas sabia que luchaba.

...

Dorian ya sabia que tenia que hacer, necesitaba ganar puntos con Stella. Abrió su maletín y observó el pequeño libro que le había comprado. Odín le había regalado un peluche, el por otro lado le regalaría  algo que a ella le encantaría.

Pensó en entregárselo antes de clases, pero la verdad era que no sabia como hacerlo. Esperó que ella entrara al salón y cuando se sentó a su lado decidió entregarle el libro.

- ¿en serio es para mi? ¡muchas gracias! - recibió un beso de agradecimiento.

- ¿que tal te fue este fin...? - Dorian se detuvo al ver que ella no le estaba prestando atención.

- lo siento, ya vuelvo es que Odín me va a acompañar a la tienda - Stella se levantó de su pupitre- ¿me cuidas mi maletín? - Dorian asintió sintiéndose algo tonto y desconociendo por completo como se debía conquistar un corazón.

Observó las dos siluetas que salían por la puerta. La primera la de una chica con largos cabellos castaños y de una belleza única, la segunda la de un hombre corpulento y dispuesto a enamorar a la que se encontraba a su lado.

Era definitivo, no tenia posibilidades, a fin de cuentas Dorian no era ni atractivo ni sabia como expresar sus sentimientos. 

Para sentirse mejor intentó distraer su mente, buscó en su bolsillo unos audífonos y escuchó atentamente la letra de la canción que estaba sonando en ese momento:

... Solo dile que te mueres por ella...que eso del romanticismo, es solo un juego de ajedrez...

Cuanta razón tenia Tommy Torres, apagó la radio, ya sabia que era lo que tenia que hacer.

Decirle que la amaba, seguro bastaría.