La noche había llegado, el cielo se había tornado oscuro lo que era habitual cuando el sol se escondía tras las montañas.
En Las calles de ville’s prouse no se percibía ni un alma, pero toda esa aparente tranquilidad, lentamente se fue interrumpiendo por el arrastrar de un baúl.
Un hombre de oscuros y profundos ojos negros como la noche, poco a poco robo la atención del tranquilo pueblo, Jerry quien se la había pasado toda la noche observando a través del cristal de la ventana, percibió en el aire algo que le había resultado familiar.
- Mama, apresúrate, levántate - grito Jerry entusiasmado mientras bajaba a toda prisa las escaleras de madera.
- ¿que pasa hijo? - pregunto angustiada la madre de Jerry al sentir todo ese alboroto.
La figura que se hallaba en la calle se había detenido justo en frente de la casa de Jerry.
Anne quien no entendía lo que sucedía, tomo un enorme mazo de llaves y lentamente abrió la puerta que daba con la calle.
Jerry corrió por entre el césped destruyendo uno que otro arbusto. Los somnolientos gnomos que adornaban el jardín al igual que todos los vecinos sentían curiosidad por saber que era lo que sucedía, el hombre que se encontraba inmóvil frente a la casa de Jerry, coloco suavemente su maleta en el piso y abrió los brazos mientras observaba como Jerry corría. El joven mago salto a los brazos del sujeto sin temor alguno.
- ¿dónde has estado estos siete años?- pregunto dichoso, el hombre quien era Jack stine padre de Jerry se mantuvo en silencio pues no sabía que contestar, de un momento a otro la tranquilidad del lugar se vio afectada por la horrible realidad.
Jerry había soñado tantas veces con el reencuentro, que se dio cuenta que ese no era un sueño, sino una de las tantas pesadillas que lo atormentaban.
Todo se había desmoronado, Jerry se despertó del sueño sobresaltado, se sentía un idiota por hacerse falsas esperanzas pues era un hecho que Jack había muerto. Hacía varias semanas, que Jerry no tenia pesadillas de esa clase, la ultima que había presenciado fue a mediados de agosto, en la que veía como una enorme embarcación se sumergía en el mar, junto a su padre.
Todas esas pesadillas, Jerry las había bautizado como los fantasmas del pasado pues volvían para atormentarlo en el presente.
Fragmento de la novela "El nieto del mago" de Cesar Mora.
En Las calles de ville’s prouse no se percibía ni un alma, pero toda esa aparente tranquilidad, lentamente se fue interrumpiendo por el arrastrar de un baúl.
Un hombre de oscuros y profundos ojos negros como la noche, poco a poco robo la atención del tranquilo pueblo, Jerry quien se la había pasado toda la noche observando a través del cristal de la ventana, percibió en el aire algo que le había resultado familiar.
- Mama, apresúrate, levántate - grito Jerry entusiasmado mientras bajaba a toda prisa las escaleras de madera.
- ¿que pasa hijo? - pregunto angustiada la madre de Jerry al sentir todo ese alboroto.
La figura que se hallaba en la calle se había detenido justo en frente de la casa de Jerry.
Anne quien no entendía lo que sucedía, tomo un enorme mazo de llaves y lentamente abrió la puerta que daba con la calle.
Jerry corrió por entre el césped destruyendo uno que otro arbusto. Los somnolientos gnomos que adornaban el jardín al igual que todos los vecinos sentían curiosidad por saber que era lo que sucedía, el hombre que se encontraba inmóvil frente a la casa de Jerry, coloco suavemente su maleta en el piso y abrió los brazos mientras observaba como Jerry corría. El joven mago salto a los brazos del sujeto sin temor alguno.
- ¿dónde has estado estos siete años?- pregunto dichoso, el hombre quien era Jack stine padre de Jerry se mantuvo en silencio pues no sabía que contestar, de un momento a otro la tranquilidad del lugar se vio afectada por la horrible realidad.
Jerry había soñado tantas veces con el reencuentro, que se dio cuenta que ese no era un sueño, sino una de las tantas pesadillas que lo atormentaban.
Todo se había desmoronado, Jerry se despertó del sueño sobresaltado, se sentía un idiota por hacerse falsas esperanzas pues era un hecho que Jack había muerto. Hacía varias semanas, que Jerry no tenia pesadillas de esa clase, la ultima que había presenciado fue a mediados de agosto, en la que veía como una enorme embarcación se sumergía en el mar, junto a su padre.
Todas esas pesadillas, Jerry las había bautizado como los fantasmas del pasado pues volvían para atormentarlo en el presente.
Fragmento de la novela "El nieto del mago" de Cesar Mora.
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